viernes, 8 de junio de 2007

Lectura 6 - Los sueños de Akira Kurosawa (1990)


Un buen camino para percibir las diferentes facetas que tiene un hombre a lo largo de su vida es, sin duda, el que se muestra en sus propios sueños. Si pudieramos verlos, nos encontraríamos con un corte transversal de su vida cotidiana y las diferentes formas con las que este elabora asociaciones, vínculos, ideas y emociones; tanto para fines constructivos como destructivos.

Esta inquietud, nada desdeñable en el mundo del arte, fue acogida por el maestro del cine, Akira Kurosawa, quien elaboró ocho pequeños relatos que nos muestran pasajes de su infancia, el arte, la espiritualidad, la ecología y la muerte. Todos ellos, por supuesto, con una increible riqueza y licencias que sólo el relato onírico puede permitirse.

Mucho de su cultura se puede hallar en cada uno de estos cortos: Los sueños de niño tienen, casi todos, el común denominador de pasar de un lugar tradicional a otro plenamente natural. Vale decir, de los juegos infantiles de una casa de campo japonesa, aparece la huida y el reconocimiento de un mundo mágico en el bosque. Animales que hablan, espíritus que forman comunidades y entes extraños nos remiten al encanto que las leyendas de su país tuvieron para el pequeño Akira en sus primeros años de vida. Como contraparte, en su época de adulto, nos encontramos con su preocupación por hechos más concretos, tales como el cuidado del planeta y la supervivencia; con una imaginación que combina la experiencia vital y rutinaria y la singular creatividad del Kurosawa que todos conocemos.

Hablar sobre cada sueño no es comparable con el acto mismo de vivirlo... o acaso ser testigo de este en la pantalla gigante. Sin duda, un clásico que se mantiene vivo en tanto la imaginación siga jugando un papel importante en nuestras vidas.