martes, 26 de junio de 2007

Séptimo ejercicio de redacción - personaje

Observe la siguiente imagen de Charles Chaplin, proveniente de su película La quimera de oro (1925):

1. Elabore una descripción del personaje basándose únicamente en la imagen. No mencione su nombre ni lo que sabe de él.

2. Imagine lo que sucede en la imagen. Desarrolle un breve relato a partir de lo observado.

miércoles, 20 de junio de 2007

Segundo ejercicio de ortografía - uso de la coma


1. Señale los enunciados incorrectos y reescríbalos en la forma adecuada.

a) Mi padre, un hombre realmente honorable a los ojos de los demás, siempre ha llevado en alto el nombre de nuestra familia.

b) Creo Mariana que debes ser un poco más humilde con quienes trabajan contigo. Compararte ahora que acabas de empezar es un error provocado por el orgullo y la ignorancia.

c) Conocí a mi mejor amiga en una situación muy especial: acababa de salir del colegio y me ayudó a elegir mi vocación.

d) Cuantiosa es la suma que adeudamos. Poco amigo mío es lo que podremos reunir para esta noche.


e) Perdonará el "fénix de los ingenios" esta elección pero la huanuqueña de la Epístola se lleva las palmas.

f) Hay mucha necesidad de salir adelante, es cierto, pero nunca lo hagas a costa de los demás. Esto, hijo mío, debes tomarlo como un consejo y un código de vida.

g) El año pasado la gente salió a las calles: hombres y mujeres preocupados por la incertidumbre sobre su futuro los problemas generados por esta inseguridad y la falta de soluciones.

h) Necesitamos agua, papel y lápiz. ¿Para qué agua? Aunque la necesitaremos en abundancia para beber también nos puede servir para que los dedos adquieran una propiedad adherente.

i) Es menester propiciar las soluciones sencillas para cada tarea. Esto en definitiva sumado a un estado de calma sirven de mucho y ayudan a generar confianza en los demás.

j) Atroz fue el destino de los habitantes de Pompeya ciudad fecunda en expresiones artísticas. Su desaparición sin embargo alimentó la vieja creencia del castigo por una vida llena de comodidades.

lunes, 18 de junio de 2007

Sexto ejercicio de interpretación - relato


Epifanía


El reloj de la estación marcaba las 7:30 am. El tren que usualmente tomo había llegado 15 minutos tarde según el itinerario oficial. A mi alrededor, las personas caminaban como si el piso les quemase o se hundiese cada vez más. Era, tal vez, el momento en que más energía era utilizada durante la primera parte del día. Una vez en el trabajo o las clases, estarían confortablemente sentados y el único desgaste adicional que tendrían que hacer sería buscar conversación para dispersar el estrés o la tensión cotidiana.

Esta mañana me sentía caminando sobre las nubes y no por el hecho de que estuviera confiado en llegar temprano (casi siempre madrugo para observar ese ir y venir de gente, voluntariamente ajetreada). Simplemente me sentía agradecido por un cómodo descanso y emocionado por las cosas nuevas que me esperarían a lo largo del día. Estaba como acompañado de una gracia única y mucho mayor a mí mismo; muy distinta al desconsiderado placer de ser el último en abordar el tren para llegar a un destino en común y retrasar, aún más, el penoso recorrido de quienes esperan una sanción por haber llegado tarde.

1. Describa el estado de ánimo del narrador. Use sus propias palabras.

2. ¿El narrador llegará a tiempo a su destino?

3. ¿Es el narrador una persona egoísta o generosa? ¿sincera o falsa? Señale sus características y justifique su respuesta utilizando ejemplos de la lectura.

viernes, 15 de junio de 2007

Quinto ejercicio de interpretación - Texto argumentativo


Piedra de toque: La civilización del espectáculo

"La civilización del espectáculo en que estamos inmersos acarrea una absoluta confusión de valores" (fragmento)

Por MarioVargas Llosa
Escritor

En algún momento, en la segunda mitad del siglo veinte, el periodismo de las sociedades abiertas de Occidente empezó a relegar discretamente a un segundo plano las que habían sido sus funciones principales --informar, opinar y criticar-- para privilegiar otra que hasta entonces había sido secundaria: divertir. Nadie lo planeó y ningún órgano de prensa imaginó que esta sutil alteración de las prioridades del periodismo entrañaría cambios tan profundos en todo el ámbito cultural y ético. Lo que ocurría en el mundo de la información era reflejo de un proceso que abarcaba casi todos los aspectos de la vida social. La civilización del espectáculo había nacido y estaba allí para quedarse y revolucionar hasta la médula instituciones y costumbres de las sociedades libres.

¿A qué viene esta reflexión? A que desde hace cinco días no hallo manera de evitar darme de bruces, en periódico que abro o programa noticioso que oigo o veo, con el cuerpo desnudo de la señora Cecilia Bolocco de Menem. No tengo nada contra los desnudos, y menos contra los que parecen bellos y bien conservados, tal el de la señora Bolocco, pero sí contra la aviesa manera como esas fotografías han sido tomadas y divulgadas por el fotógrafo, a quien, según la prensa de esta mañana, su hazaña periodística le ha reportado ya 300 mil dólares de honorarios, sin contar la desconocida suma que, por lo visto, según la chismografía periodística, la señora Bolocco le pagó para que no divulgara otras imágenes todavía más comprometedoras. ¿Por qué tengo que estar yo enterado de estas vilezas y negociaciones sórdidas? Simplemente, porque para no enterarme de ellas tendría que dejar de leer periódicos y revistas y de ver y oír programas televisivos y radiales, donde no exagero si digo que los pechos y el trasero de la señora de Menem han enanizado todo, desde las degollinas de Iraq y el Líbano, hasta la toma de Radio Caracas Televisión por el gobierno de Hugo Chávez y el triunfo de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas.

Esas son las consecuencias de aceptar que la primera obligación de los medios es entretener y que la importancia de la información está en relación directamente proporcional a las dosis de espectacularidad que pueda generar. Si ahora parece perfectamente aceptable que un fotógrafo viole la privacidad de cualquier persona conocida para exponerla en cueros o haciendo el amor con un amante, ¿cuánto tiempo más hará falta para que la prensa regocije a los aburridos lectores o espectadores ávidos de escándalo mostrándoles violaciones, torturas y asesinatos en trance de ejecutarse? Lo más extraordinario, como índice del aletargamiento moral que ha resultado de concebir el periodismo en particular, y la cultura en general, como diversión y espectáculo, es que el paparazzi que se las arregló para llevar sus cámaras hasta la intimidad de la señora Bolocco, es considerado poco menos que un héroe debido a su soberbia performance, que, por lo demás, no es la primera de esa estirpe que perpetra ni será la última.

LIMA, MAYO DEL 2007
Artículo publicado en
El Comercio

1. ¿Cuál es la opinión del autor?

2. Identifique dos argumentos empleados por Mario Vargas Llosa.

3. ¿Cuál es su opinión con respecto al periodismo que sólo se dedica a entretener al público?

miércoles, 13 de junio de 2007

Lectura 8 - "Yo soy..."


Siempre me ha gustado ser partícipe de algún acto o lugar con historia. En ocasiones, cuando hago una visita ocasional al sitio en el que debiera pasar todas las noches, me veo a mí mismo luchando por evitar la intrusión de la modernidad en mis anticuadas costumbres. Mi perro (el único que me espera en el calor del hogar) es un feliz un nexo con la naturaleza, y se convierte, para mí, en un refugio entre los archivos de la computadora y el sonido de la calle. Si no lo tuviera, seguramente me la pasaría contando los minutos para salir y encontrarme visitando ruinas o analizando algún proyecto de restauración. En ocasiones, la bolsa de dormir que llevo al trabajo es más que suficiente para olvidarme de la persona que pude ser.

¿Es fácil, con las líneas anteriores, decir lo que soy? Seguramente se podrá deducir que mi profesión es la de museólogo o arqueólogo, que he estudiado cursos de restauración y que (modestia aparte) soy bueno en lo que hago, dado que me identifico plenamente con mi trabajo. Sin embargo, la verdad es que nunca me he esforzado plenamente por hacer una buena labor profesional. Mi trabajo (mi verdadero trabajo) lo hago dentro de mi mente, imaginando los mundos que han sido y escribiendo sobre ellos. Con respecto a lo que soy (aparte de mi actividad para sobrevivir), creo que se trata de lo que he hablado: de mis obsesiones, costumbres y anhelos. Soy un cúmulo de terquedad a prueba de fuego.

martes, 12 de junio de 2007

Lectura 7 - "Los personajes infantiles en la actualidad"

Muchas veces creemos que una historia, serie o película protagonizada por niños hace que el tema de la misma sea "infantil", dirigido a un público corto en edad o entendimiento. Sin embargo, el mismo hecho de trabajar con este tipo de personajes puede brindarnos una nueva forma de interpretar y criticar la sociedad y la forma de vida del ser humano: plenamente asumida cuando somos adultos, pero puesta al descubierto por una visión curiosamente más neutral, como la de los niños.

El protagonismo de estos rapaces ha cobrado mayor importancia en la medida en que nuestra vida diaria adquiere mayor complejidad. Se hace presente en historias que tratan sobre el ser humano en estado de crisis (en todos sus ámbitos) e incertidumbre; facilitándose el ingreso o reconocimiento de valores más profundos y válidos que los que dan la pauta en nuestra época. Por ejemplo, frente a la competitividad individualista se opone el amor familiar. Tal es el caso de la película Los niños del cielo (1997), de Majid Majidi; en la que un muchacho participa en una carrera, pero no para ganar el primer lugar, sino el tercero; dado que la recompensa que él desea son unos zapatos para su hermanita.

Muchos comics y dibujos animados, al igual que en el ejemplo anterior, nos ofrecen una perspectiva crítica al respecto de nuestra sociedad. Sin embargo, también nos transmiten la idea de cambio y de preocupación por el futuro. El porvenir, en efecto, es un tema muy importante para el célebre dibujante argentino, Joaquín Salvador Lavado (más conocido como "
Quino"), a través de las palabras que muchos de nosotros hemos leído (y escuchado) de su personaje más paradigmático: Mafalda. En esta tira cómica (la cual lleva el mismo nombre que la niña) se despliega una problemática compleja cuando vemos el mundo adulto repercutiendo sobre el de los niños: algunos, tras haber observado la realidad, se declaran a favor de la paz y los derechos del ser humano; mientras que otros, siguiendo malos ejemplos de sus padres, andan preocupados por su propio bienestar.


Podríamos decir, para concluir, que ser niño no siempre es sencillo. Si bien una obra de ficción, como un libro, una película o una "simple" historieta no siempre nos muestra la realidad que conocemos, nos invita a ser partícipes de otra muy cercana y a la cual casi no escuchamos; pese a que suele ser mucho más sincera que nuestras propias palabras.

viernes, 8 de junio de 2007

Lectura 6 - Los sueños de Akira Kurosawa (1990)


Un buen camino para percibir las diferentes facetas que tiene un hombre a lo largo de su vida es, sin duda, el que se muestra en sus propios sueños. Si pudieramos verlos, nos encontraríamos con un corte transversal de su vida cotidiana y las diferentes formas con las que este elabora asociaciones, vínculos, ideas y emociones; tanto para fines constructivos como destructivos.

Esta inquietud, nada desdeñable en el mundo del arte, fue acogida por el maestro del cine, Akira Kurosawa, quien elaboró ocho pequeños relatos que nos muestran pasajes de su infancia, el arte, la espiritualidad, la ecología y la muerte. Todos ellos, por supuesto, con una increible riqueza y licencias que sólo el relato onírico puede permitirse.

Mucho de su cultura se puede hallar en cada uno de estos cortos: Los sueños de niño tienen, casi todos, el común denominador de pasar de un lugar tradicional a otro plenamente natural. Vale decir, de los juegos infantiles de una casa de campo japonesa, aparece la huida y el reconocimiento de un mundo mágico en el bosque. Animales que hablan, espíritus que forman comunidades y entes extraños nos remiten al encanto que las leyendas de su país tuvieron para el pequeño Akira en sus primeros años de vida. Como contraparte, en su época de adulto, nos encontramos con su preocupación por hechos más concretos, tales como el cuidado del planeta y la supervivencia; con una imaginación que combina la experiencia vital y rutinaria y la singular creatividad del Kurosawa que todos conocemos.

Hablar sobre cada sueño no es comparable con el acto mismo de vivirlo... o acaso ser testigo de este en la pantalla gigante. Sin duda, un clásico que se mantiene vivo en tanto la imaginación siga jugando un papel importante en nuestras vidas.